Bajo esta premisa, esta reacción sería una clara señal de la actitud defensiva de esos sectores blindados incluso con el sarcasmo para proteger una manera de entender el confort y el lujo, obviando cualquier otra consideración. En un momento en que la sociedad se muestra preocupada por los impactos climáticos de los combustibles fósiles y surgen múltiples iniciativas para hacer frente al problema, las respuestas de los representantes del PSG proyectan una imagen social más volcada en mantener la iconografía del lujo ostentoso y despilfarrador (yates, coches caros…) propia de países petroleros.