A su llegada al vestuario, los jugadores blanquiazules, se encontraron con algo insólito, segunda equipacion barcelona pues dentro de este había una gran humareda producida por el quemado de unas toallas además de no haber agua caliente. Durante los años cincuenta juega otro de los grandes mitos del club, el andaluz Julián Arcas y también se ficha al entrenador argentino Alejandro Scopelli, que hará grandes temporadas en el club y que se hizo famoso por hacer respirar oxígeno a sus jugadores durante los descansos de los partidos.